Muchas organizaciones precisan que sus directivos desarrollen o mejoren su liderazgo para lograr conjuntamente con sus equipos los objetivos marcados. El Coaching Teleológico es una intervención personalizada que acompaña a estos directivos y directivas en el camino que deberán recorrer para potenciar su liderazgo.

Cuando una organización requiere la intervención de un Coach Teleológico, estamos hablando de potenciar el liderazgo de sus directivos y directivas. Con la filosofía y metodología propias del Coaching Teleológico buscamos el “efecto cascada”. Significa que iniciaremos los cambios y el desarrollo de las competencias propias del liderazgo personal desde la cúpula de la organización y a través del ejemplo de los altos directivos se transmite a toda la organización el desarrollo de las competencias propias del liderazgo. El directivo-coach podrá capacitar a su equipo para que se lideren a ellos mismos. Para que los beneficios de iniciar un proceso de Coaching Teleológico sean más poderosos es fundamental empezar por las personas que dirigen la organización.

El Coaching Teleológico acompaña a los directivos a través de un proceso que les permite lograr un cambio de paradigma. Un cambio de paradigma que se sostendrá en el tiempo. No se trata de un cambio de actitud o conducta superficial. A través de este proceso se logran cambios profundos que resisten las presiones, cambios y desafíos que la vida de las organizaciones ha de superar en su día a día.

El Coaching Teleológico también incide sobre el cambio de hábitos. Cuando el directivo precisa cambiar ciertos hábitos, no solamente adquirir nuevas destrezas, el proceso busca el cambio de paradigma para lograr la solidez y el fundamento que el cambio de hábitos requiere. Cuando el directivo-coach interioriza los cambios puede generalizarlos a todas las áreas de su vida.

Cuando hablamos del desarrollo del liderazgo de un directivo o directiva siempre nos referimos a un liderazgo ético. Un liderazgo que les permita inspirar y entusiasmar a sus colaboradores, potenciar sus talentos, crear un clima laboral estimulante y positivo, transmitir y vivir la misión y visón de la organización, etc desde una perspectiva ética. Para ello, estos directivos deberán incrementar sus competencias intrapersonales e interpersonales. Competencias que desarrollarán para llegar a ser directivos-coach, como la empatía que facilita la fluidez en la comunicación, el saber escuchar las necesidades y talentos de sus colaboradores, saber resolver conflictos desde una posición ganar-ganar, etc. Entrenar estas competencias será posterior al cambio de paradigma.

Con el Coaching Teleológico, un cambio que se inició porque había una necesidad concreta y precisa en un aspecto determinado del directivo, este cambio se generaliza a todas las áreas de la vida de esta persona. Por ejemplo, imaginemos un directivo que es muy impaciente y quiere cambiar este hábito. A partir del proceso, cuando logra el cambio de paradigma va generalizando su paciencia no solo con sus colaboradores, también aprende a ser paciente consigo mismo, con su pareja., con sus hijos, con sus amigos, con sus padres…

 

 

 

Por tanto podríamos decir que cuando se realizan procesos de Coaching Teleológico no solamente logramos el “efecto cascada” en toda la organización, conseguimos el “efecto mancha de aceite” que se extiende en todas aquellas interacciones que se realizan dentro y fuera de la organización.

Hermínia Gomà
29 septiembre 2009